Comorbilidades

Retinopatía diabética: síntomas para detectarla a tiempo

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes. Esta básicamente aparece cuando los niveles altos de azúcar en la sangre, persistentes por mucho tiempo, dañan los vasos sanguíneos de la retina.

La retina es la capa más posterior del ojo. Allí llegan los rayos de luz del exterior, los cuales son recolectados para enviar las señales al cerebro que formarán las imágenes que vemos (NEI, 2022; Wang y Lo, 2018).

Pues bien, tener altos niveles de azúcar en la sangre de manera crónica puede derivar en los siguientes daños en la retina (NEI, 2022; Sarabia et al., 2018):

  • Que los vasos sanguíneos de este tejido se rompan con facilidad.
  • Obstrucción de la circulación sanguínea por coágulos.
  • Que se formen nuevos vasos sanguíneos para compensar la mala circulación, pero que estos sean más frágiles.

Factores de riesgo para desarrollar retinopatía diabética

Las personas con diabetes constituyen un grupo de riesgo para desarrollar daño a la retina (Tobaru y Guzmán, 2019). Sin embargo, más allá de la condición en sí, hay otros factores que aumentan el riesgo (Simó et al., 2019):

  • Fumar.
  • Estar en la etapa de la pubertad.
  • Tener sobrepeso u obesidad.
  • Posterior a una cirugía de cataratas.
  • El embarazo.
  • Tener síntomas de hipertensión arterial.
  • No lograr un control adecuado de la diabetes.
  • Registrar niveles elevados de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Signos y síntomas de la retinopatía diabética

Las personas que ya tienen retinopatía diabética muchas veces no lo saben porque no hay síntomas marcados. Esto es frecuente en la forma temprana de la enfermedad. Sin embargo, una vez que la complicación avanza, sí aparecen signos y síntomas como los siguientes (NEI, 2022):

  • Visión borrosa.
  • Problemas para enfocar con poca luz en el ambiente.
  • Presencia de puntos o hilos oscuros que flotan en el campo visual (moscas volantes).

Tipos de retinopatía diabética

Esta complicación se clasifica en dos tipos principales. Aunque, en realidad, cada uno de ellos es una etapa distinta de la misma enfermedad (De Carlo et al., 2016; Kusuhara et al., 2018; Lechner et al., 2017):

Forma no proliferativa

El primer estadio del trastorno se llama “no proliferativo” porque no hay formación de nuevos vasos sanguíneos en la retina. Lo que sucede es que los vasos ya existentes se rompen, sale líquido de ellos y se acumula en la mácula.

La mácula del ojo es la parte central de la retina. Con ella es que podemos ver los detalles y captar el movimiento nítido de las cosas. Cuando el líquido del que hablamos la invade, entonces se produce el edema macular y el paciente con diabetes percibe la visión borrosa.

Forma proliferativa

Este segundo estadio se caracteriza por la formación de nuevos vasos sanguíneos en la retina. Sin embargo, el problema es que se trata de vasos anormales que se rompen con facilidad

Así, pequeños sangrados se distribuyen por la retina, generando las moscas volantes en la visión. Si los sangrados son abundantes, la acumulación de sangre puede llevar al desprendimiento de la retina.

¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?

El médico puede sospechar de retinopatía diabética o creer que son síntomas de derrame cerebral, por ejemplo. Por eso, solicitará algunos exámenes para llegar al diagnóstico definitivo.

El primer paso será la realización de un fondo de ojo. En el mismo consultorio, el oftalmólogo colocará unas gotas en el ojo y observará con un dispositivo especial llamado oftalmoscopio. Este procedimiento es indoloro y rápido.

Luego, es muy probable que indique alguna de las siguientes pruebas (Arellano et al., 2019):

  • Tomografía de coherencia óptica: es un estudio de imagen de la retina.
  • Angiografía con fluoresceína: también es un estudio de imagen de la retina, pero este requiere primero la inyección de un material especial en alguna vena del cuerpo.

Complicaciones del daño a la retina

El daño a esta estructura del ojo puede llevar a otros problemas (Cano et al., 2015; Nentwich y Ulbig, 2015; Redondo et al., 2016):

  • Desprendimiento de retina: con riesgo de pérdida de la visión.
  • Glaucoma: es el aumento de la presión dentro del ojo.
  • Hemorragia vítrea: acumulación de sangre dentro del globo ocular.
  • Pérdida completa de la visión.

¿Se puede prevenir la retinopatía diabética?

Si eres una persona que vive con diabetes, tendrías que poner en práctica las siguientes recomendaciones para reducir el riesgo de desarrollar retinopatía diabética (Beaser et al., 2018; Simó et al., 2019; Taylor et al., 2016):

  • Controlar los niveles de azúcar en la sangre: es muy importante aprender a realizar automonitoreo con apoyo del glucómetro.
  • Respetar el tratamiento y los controles: las citas periódicas con el médico, los exámenes de sangre regulares y la administración estricta de la medicación son claves para lograr el control de los niveles de azúcar. Aquí debemos incluir la realización de un fondo de ojo anual.
  • Mantener controlados los niveles de colesterol y triglicéridos, así como la presión arterial.
  • Dejar el tabaco si eres fumador.
  • Mantener un peso corporal saludable.

Estas medidas no solo te ayudarán a reducir el riesgo de retinopatía diabética, sino que también controlarán otras complicaciones como la neuropatía diabética, la enfermedad renal, algunas neoplasias o el deterioro cognitivo. Y recuerda: si has notado síntomas visuales, entonces es hora de consultar sin demora con un profesional.

Referencias

  • Arellano Barriga, G., Doimeadios Rodríguez, Z., Sagué Larrea, J., Girbau Vistorte, N., & Expósito Lara, A. (2019). Tomografía por coherencia óptica macular y retinopatía diabética. Correo Científico Médico, 23(3), 917-930.
  • Arellano Barriga, G., Doimeadios Rodríguez, Z., & Sagué Larrea, J. (2020). Retinopatía diabética y angiofluoresceinografía. Revista Archivo Médico de Camagüey, 24(3).
  • Beaser, R.S., Turell, W.A., & Howson, A. (2018). Strategies to improve prevention and management in diabetic retinopathy: qualitative insights from a mixed-methods study. Diabetes Spectrum, 31(1), 65-74.
  • Cano Reyes, J.D.C., Infante Tavio, N.I., González Guerrero, L., Fernández Pérez, S.R., & Herrera Cutié, D. (2015). Desprendimiento de retina: una revisión bibliográfica necesaria. Medisan, 19(1), 78-87.
  • De Carlo, T.E., Bonini Filho, M.A., Baumal, C.R., Reichel, E., Rogers, A., Witkin, A.J., … & Waheed, N.K. (2016). Evaluation of preretinal neovascularization in proliferative diabetic retinopathy using optical coherence tomography angiography. Ophthalmic surgery, lasers and imaging retina, 47(2), 115-119.
  • Kusuhara, S., Fukushima, Y., Ogura, S., Inoue, N., & Uemura, A. (2018). Pathophysiology of diabetic retinopathy: the old and the new. Diabetes & metabolism journal, 42(5), 364-376.
  • Lechner, J., O’Leary, O.E., & Stitt, A.W. (2017). The pathology associated with diabetic retinopathy. Vision research, 139, 7-14.
  • National Eye Institute [NEI]. (2022). Retinopatía diabética.
  • Nentwich, M. M., & Ulbig, M. W. (2015). Diabetic retinopathy-ocular complications of diabetes mellitus. World journal of diabetes, 6(3), 489.
  • Redondo Piñó, L.R., Maciques Rodríguez, J.E., & Velázquez Pinillos, N.M. (2016). Glaucoma neovascular, complicación de la isquemia retiniana. Revista Cubana de Endocrinología, 27(1), 0-0.

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