Insulinoma: descubra cuándo sospecharlo
Diagnosticar el insulinoma generalmente es un reto para el profesional de la salud. El motivo es que no se suele diagnosticar hasta que el paciente ha cursado ya varios años con sintomatología. De hecho, la hipoglicemia persistente es el principal síntoma que lleva a sospecharlo (Medina y Lucio, 2016).
¿Cómo se define el insulinoma?
Es una neoplasia neuroendocrina pancreática funcional. Deriva principalmente de la secreción exagerada de insulina e independiente de los niveles de glucosa por parte de los islotes pancreáticos. Algunos secretan, además:
- gastrina,
- hormona adrenocorticotrópica,
- glucagón,
- gonadotropina coriónica humana,
- somatostatina.
A nivel global, su incidencia es de 3 a 10 casos por cada millón de personas. Aun así, es el más común de los tumores neuroendocrinos pancreáticos secretores. En su mayoría son benignos; aproximadamente solo del 5 al 30 % de ellos son malignos. Y generalmente son pequeños; por debajo de 2 cm (Medina y Lucio, 2016).
¿Cuál es la etiología del insulinoma?
Se desconoce qué lo causa. Además, la mayoría aparecen de manera esporádica y entre un 15 y un 30 % son hereditarios.
Factores de riesgo para su desarrollo
Su aparición no es prevenible, pero se encuentra una incidencia levemente mayor en personas (Giannis et al., 2020; Medina y Lucio, 2016):
- de entre 40 y 69 años,
- de sexo femenino,
- con neoplasia endocrina múltiple tipo 1.
- con síndrome de Von Hippel-Lindau.
Signos y síntomas del insulinoma
Según los niveles de glucemia, sus síntomas se pueden clasificar en dos. Por un lado, en derivados de descarga adrenérgica (con glucemia <55-60 mg/dL):
- ansiedad,
- desvanecimiento,
- temblor,
- nerviosismo,
- debilidad,
- diaforesis,
- palpitaciones,
- hambre.
Por el otro, en neuroglucopenia (con glucemia <45-50 mg/dL):
- cefalea,
- diplopía,
- visión borrosa,
- confusión,
- conducta anormal,
- amnesia,
- debilidad motora,
- parálisis,
- ataxia,
- convulsiones (el 12 % puede presentarlas),
- cambios de personalidad,
- pérdida de estado de consciencia,
- coma (Manual MSD, 2021; Medina y Lucio, 2016).
Estos suelen presentarse en la noche, en las primeras horas de la mañana después del ayuno nocturno o en horas después de las comidas. Además, se pueden agravar por el ejercicio, el alcohol, la dieta hipocalórica o el tratamiento con sulfonilureas (Medina y Lucio, 2016).
¿Cómo se realiza su diagnóstico?
Una herramienta muy útil, aunque poco exacta, es la tríada de Whipple. Esta incluye (Medina & Lucio, 2016).
- síntomas de neuroglucopenia,
- hipoglucemias documentadas (<50 mg/dL),
- síntomas de alivio de 5 a 10 minutos después de la administración de glucosa.
Para su diagnóstico, se hospitaliza al paciente y se indica un ayuno por 72 horas, con control de exámenes de laboratorio cada 4 a 6 horas. Así pues, los rangos diagnósticos son (Giannis et al., 2020):
- niveles de glucosa en sangre ≤ 40 mg/dL,
- insulina ≥ 36 pmol/L,
- péptido C ≥ 200 pmol/L,
- proinsulina ≥ 5 pmol/L,
- β-hidroxibutirato ≤ 2,7 mmol/L,
- ausencia de metabolitos de sulfonilurea en plasma u orina.
Luego del diagnóstico, la prioridad es ubicar el tumor y detectar metástasis. Esto se realiza a través de ecografía, resonancia magnética y tomografía computarizada con contraste, con una sensibilidad entre el 70 y el 80 %. Siendo esta última la de primera línea.
¿Cómo se maneja el insulinoma?
El manejo definitivo es quirúrgico, ya sea por cirugía abdominal abierta o laparoscópica. Sin embargo, hay terapias alternativas para los casos en los que no se puede realizar. Los principales lineamientos terapéuticos son (Giannis et al., 2020):
- Dieta: comidas fraccionadas y frecuentes que contengan alimentos complejos para retrasar su absorción.
- Diazóxido en dosis de 50-300 mg/día.
- Estreptozocina en asociación con el 5-flouracilo.
- Octreotide: se utiliza en liberación prolongada, a una dosis mensual de 30 mg por vía intramuscular.
- Otras terapias aún en estudio son: everolimus, malato de sunitinib, ablación por radiofrecuencia guiada por TC, ablación guiada por ecografía con etanol, terapia con radionúclidos de receptores peptídicos, radiocirugía robótica guiada por imágenes, electroporación irreversible.
Principales complicaciones del insulinoma
Hay que saber que el insulinoma maligno es altamente mortal, con una supervivencia a 10 años del 29 %. Incluso un pequeño grupo de los considerados benignos terminarán haciendo metástasis. Además de esto, el manejo quirúrgico acarrea riesgo de complicaciones, tales como:
- diabetes mellitus secundaria a la extirpación total o parcial del páncreas,
- inflamación de este por la manipulación,
- fístula pancreática,
- abscesos,
- pancreatitis,
- embolismo pulmonar.
Sin duda, el insulinoma es una patología que acarrea grandes riesgos para el paciente. Por lo tanto, detectarlo a tiempo es responsabilidad del médico del primer contacto. La hipoglucemia es el principal signo de esta condición clínica y, además, es un signo frecuente en los pacientes con diabetes. Realizar un diagnóstico diferencial es fundamental.
Así pues, lo invitamos a seguir documentándose acerca de las complicaciones de la diabetes. ¿Ya conoce qué es el coma diabético y qué es el edema cerebral? Descúbralo aquí.
Referencias
- Giannis, D., Moris, D., Karachaliou, G., Tsilimigras, D., Karaolanis, G., Papalampros, A., y Felekouras, E. (2020). Insulinomas: from diagnosis to treatment. A review of the literature. J BUON, 25(3), 1302-14.
- Manual MSD. (2021). Insulinoma.
- Medina, P., y Lucio, J. (2016). Insulinoma: revisión actual de manejo y tratamiento. Revista Médica MD, 7(2), 83–90.